PUNTOS IMPORTANTES:
- La alianza con OpenAI refuerza la posición de Nvidia como el epicentro de la revolución tecnológica actual.
- Cantor Fitzgerald elevó su precio objetivo para la empresa, anticipando un aumento importante.
- La firma cree que la infraestructura de IA podría mover hasta 4 billones de dólares para 2030.
El furor por la inteligencia artificial parece no tener techo, y Nvidia (NVDA) continúa en el centro del escenario.
La firma de inversión Cantor Fitzgerald ha vuelto a encender las expectativas al elevar su precio objetivo hasta los 300 USD, lo que implicaría una subida cercana al 60% desde los niveles actuales.
El informe mantiene además la recomendación de “sobreponderar” las acciones del fabricante de chips, un claro guiño a los inversores que siguen confiando en la potencia del sector.
Pese a los recientes máximos alcanzados por Nvidia en bolsa, el analista CJ Muse insistió en que el ciclo de crecimiento apenas está comenzando. Según sus estimaciones, la demanda de infraestructura para inteligencia artificial —alimentada por el auge de los llamados “tokens de IA”— ha aumentado de forma notable en las últimas semanas, y lo que viene podría ser todavía más grande.
“Estamos en las primeras fases de un desarrollo multibillonario de infraestructura de IA”, explicó Muse, subrayando que solo los grandes actores tecnológicos como Microsoft, Amazon o Google podrían generar cientos de miles de millones de dólares en demanda en los próximos años.
Para el experto, no se trata de una burbuja, sino de la base de un nuevo ciclo de inversión que podría transformar por completo la industria tecnológica. De hecho, proyecta que el mercado global de infraestructura de IA alcance entre 3 y 4 billones de dólares para 2030, impulsado por la expansión de la IA empresarial, las neonubes y la llamada IA física, que abarca desde robots hasta vehículos autónomos.
Uno de los factores que más entusiasma a los analistas es la nueva alianza entre Nvidia y OpenAI. La compañía de Jensen Huang invertirá hasta 100.000 millones de dólares en la empresa detrás de ChatGPT, con el objetivo de desplegar sistemas basados en chips Nvidia que necesitarán 10 gigavatios de potencia para operar.
Según Muse, esta colaboración permitirá a OpenAI convertirse en su propio hiperescalador, alojando su infraestructura de forma independiente y consolidando una relación en la que, como él mismo escribió, “ambas partes salen ganando”.
En lo que va de año, las acciones de Nvidia acumulan una subida del 44%, demostrando que la fiebre de la inteligencia artificial sigue siendo uno de los motores más potentes del mercado. Y si las previsiones de Cantor Fitzgerald se cumplen, el rally aún estaría lejos de terminar.