PUNTOS IMPORTANTES:
- PMI manufacturero muestra crecimiento pero por debajo de lo previsto.
- El índice ISM se mantiene bajo el umbral de contracción en 48,5.
- Los datos reflejan un escenario mixto para la industria estadounidense.
El PMI manufacturero mostró en junio un crecimiento modesto en la actividad industrial, aunque con diferencias marcadas entre los principales indicadores. Por un lado, el índice general del PMI se ubicó en 52,0, señalando expansión; por el otro, el PMI manufacturero del ISM cayó nuevamente por debajo del umbral de contracción, alcanzando 48,5.
La cifra de 52,0 representa una mejora frente al dato anterior de 50,2, lo cual indica que el sector continúa recuperándose. No obstante, al ubicarse por debajo del pronóstico de 52,3, el resultado fue recibido con cierta cautela por los mercados. Este tipo de discrepancia suele interpretarse como una señal neutral o incluso levemente bajista para el dólar, especialmente cuando las expectativas del mercado no se cumplen.
El PMI manufacturero es un indicador clave para los inversionistas, ya que se considera un termómetro anticipado de la actividad económica. Lecturas superiores a 50 sugieren expansión, mientras que niveles inferiores indican contracción. El hecho de que el índice general se mantenga en terreno positivo refuerza la idea de una reactivación progresiva del sector, aunque con riesgos latentes.
El ISM refleja contracción persistente en el sector
Más preocupante fue el dato reportado por el Instituto de Gestión de Suministros (ISM), cuyo PMI manufacturero se ubicó en 48,5, por debajo del pronóstico de 49,3 y del dato anterior de 48,7. Esto marca el segundo mes consecutivo en zona de contracción y señala una desaceleración más profunda de lo esperado.
El índice del ISM se construye a partir de encuestas a más de 400 empresas del sector, evaluando componentes como pedidos, producción, empleo, entregas de proveedores e inventarios. Su carácter compuesto y amplio lo convierte en una referencia crítica para medir la salud del sector industrial estadounidense.
Al quedar por debajo del umbral de 50, el PMI del ISM apunta a una actividad manufacturera débil, posiblemente afectada por factores estructurales y por las recientes tensiones económicas globales. Esta caída podría aumentar la presión sobre el dólar, ya que una menor actividad industrial puede influir en las expectativas de crecimiento y en la política monetaria.
Implicaciones para el dólar y el escenario económico
Las cifras mixtas entre ambos índices —uno mostrando expansión moderada y el otro señalando contracción— dificultan una lectura clara del panorama económico. Sin embargo, ambos datos tienen algo en común: no cumplieron con las expectativas de los analistas, lo cual genera incertidumbre entre los inversionistas.
Desde el punto de vista del mercado cambiario, lecturas por debajo del pronóstico suelen considerarse negativas para el dólar, especialmente si refuerzan la idea de una economía con crecimiento limitado. Al mismo tiempo, la expansión en el índice general podría ser interpretada como una señal de resiliencia.
Los próximos informes de PMI y otros indicadores industriales serán clave para confirmar si se consolida la recuperación o si persiste la desaceleración. Por ahora, el mensaje es claro: el sector manufacturero estadounidense sigue enfrentando desafíos y no logra una recuperación uniforme.
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